martes, 14 de septiembre de 2021

hablo de más (23 julio)

A veces hablo más de lo que debería, me desnudo en las manos de quien me las tiende y abro mi corazón como un parque público. Y ahí está luego la gente , acariciando mis palomas, bebiendo de mi fuente, haciendo pintadas en los muros de mi alma. Arrancando las flores. 

Entonces me muero de miedo. ¿Qué más harán? ¿Talarán los árboles? ¿Construirán un centro comercial en medio de mi lago? 
Una amiga me dice que tengo que respetarme más y eso creo que significa poner un guardia a las puertas de mi alma que pida currículums a los que timbran.

Yo aún no sé pedir currículums, ni poner guardias... A veces expulso a alguien y pongo carteles de SE BUSCA en mi corazón, pero ocurre poco. 

Qué extraña me parezco a veces, todavía, qué fuerte y qué vulnerable a la vez.

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