Y es que a mí, que retransmito desde la mesa verde de la cocina de mi madre, con mi hermano haciendo manualidades para un regalo delante mía, los abuelos en el sofá, mi padre comprando regalos en la capital y el café a punto de acabarse entre mis manos, pues no me apetece que acabe nada de lo que he empezado. Sobretodo no quiero que acabe diciembre, quiero que sea diciembre hasta que me aburra de esta estúpida felicidad.
¡Feliz año a los que lo deseéis cambiar!
1 comentario:
Feliz vida...
Publicar un comentario