lunes, 7 de febrero de 2011

acompañar, cuidar


Yo sé lo que quiero yo, lo que necesito. Yo me conozco. Sé que si lloro no quiero palabras, sólo un abrazo. Si estoy enferma, quiero compañía silenciosa, y si tengo miedo, que me convenzan de mil maneras de que es una tontería estar asustada. Si estoy triste, quiero besos. Si cansada, ternura y que me preparen la cena sin preguntar. 

Pero cuando me toca estar al lado del que necesita la palabra justa, la caricia precisa... Entonces no tengo ni idea de nada. Voy probando, con inocencia, cada uno de los gestos que yo suelo requerir y, cuando me equivoco, intento corregirme con presteza, asustada por no saber cómo continuar. Porque sé que cada uno tiene sus maneras, los trucos adecuados. Hay quien precisa de palabras y quien reza por el silencio. A lo mejor el truco está en preguntar, pero nunca se me ocurre en el momento, y acabo sintiéndome patosa. Y me enfermo con el que enferma, lloro con el que llora, me asusto con quien tiene miedo, se me contagia la tristeza y el cansancio me quiere acostar. 

Recuerdo que un viejo amigo perdido se descomponía cuando yo comenzaba a llorar. Intentaba darme rápidas soluciones, hablando más de la cuenta, complicándolo todo más de la cuenta y haciendo el problema de proporciones: sideral. Llegó a paralizarme verter una sola lágrima en su presencia. El tiempo nos fue enseñando que, frente a la tristeza, él necesitaba humor y yo que se mantuviese callado abrazándome fuerte. Con el tiempo todo se aprende. 

Aunque, de todos modos, hay personas que son tu debilidad, que destrozan tu lado más práctico y fuerte con sólo sentirse mal. Los escuchas y a ti parece que se te encienden en el alma mil alarmas y corres de un lado a otro sin saber qué jarrón salvar de las bombas, sin saber dónde poderlos refugiar durante el terremoto.

(así que perdóname la torpeza connatural, me haré con un maletín de nenuco para compensar)

4 comentarios:

Lucía dijo...

No importa cómo sea ese amigo y lo que no pueda hacer, sólo basta con que esté .

Estuve viendo tú libro. Parece muy bueno, pero no está disponible...
Me quedé pensando si bastará con el poder de la imaginación...
Ah y también , cómo son las características de Éldonon .

Espero que tengas una buena semana.
Saludos.

Anónimo dijo...

eres tan tierna , chiquita ...
todos aprendemos con tantear ;)
Un beso dulce !

J. G. dijo...

una imagen muy simbólica

saludos

Vagamundo dijo...

Nadie nace "aprendido"... Y menos en las relaciones humanas, cada persona un universo, con sus constelaciones sin mapas astrales.