Me despierto temprano en domingo porque temprano me acosté en sábado. Remoloneo un poco, lo he convertido en una nueva costumbre que no sé cuánto me durará. Al fin me levanto, voy al baño a la carrera, tanteo en los cajones en busca de un pijama con el que abrigarme y abro finalmente la persiana. El sol me señala cálido, las cortinas ondean levemente cuando dejo al aire pasar y salgo. No se escucha nada, sólo algunos ruidos en el zoo y los pájaros. Puedo escuchar mi propia respiración en el silencio.
Me acerco a la barandilla y me apoyo, aunque tengo vértigo, intentando convencerme de disfrutar de este momento de quietud. Llevo el pelo recogido, pero algunos mechones se han escapado y la brisa me mueve los rizos. El aire aquí huele diferente, sabe diferente, es aire de mar aunque no vea el mar.
De pronto caigo en la cuenta. Estoy aquí. Ésta es mi casa. Ésta es mi vida. Soy. Un calor extraño me sube desde los pies hasta la frente y sonrío. Por un instante siento ganas de abrazar el aire que me ha recordado todo esto, pero decido entrar a preparar mi café, a preparar mi espíritu para otro día de trabajo en la novela.
3 comentarios:
Con qué novela estás ahora!
Feliz Domingo!!
Hola! no es necesario qu epubliques este comentario, solo quiero aconsejarte una página web, ya que a veces te has comparado con el gorrión, te dejo la oración que hace a Dios un pequeño gorrión de ciudad.
http://apalosecoagainstthegrain.blogspot.com/
Muchos besos
Que bonito momento, tu momento. Que bueno tener este lugar para compartirlo. Me encanta la gente que siente ese instante donde se mira y se siente y que tu describes tan bien.
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