Las nubes cruzan el balcón demasiado rápido. Me doy cuenta de que en este mes casi no he actualizado este rincón. Y me doy cuenta con el café entre las manos porque, de alguna manera, cada vez que abrazo una taza de café me apetece observar el mundo. Y trampasycartón no es más que un observatorio de los detalles cotidianos de mi día a día.
Esta mañana copiaba a la pequeña agenda que compré las fechas importantes que tenía señaladas en el calendario del frigorífico que nos regaló mi tía la navidad anterior. Es curioso ver cómo citabas cada mes ciertas cosas o cómo dejas de copiar ciertos cumpleaños con el paso del tiempo -siempre que digo o escribo "el tiempo" se hace un hueco en el mundo donde resuena mi voz como en un charco-. También tiene algo de mágico escribir "cumpleaños de Juan Pequeño" por primera vez. Y algo de rídiculo omitir por desconfianza lo que podrías no omitir. Suena Las transeuntes de Drexler mientras escribo con los dedos fríos.
Mañana es el cumpleaños de Javier. Mi hermano pequeño que me saca una cabeza y que empieza ahora en el mundo laboral con ilusión y elegancia. Cuando Javi era pequeño su cumpleaños se celebraba en el jardín si hacía sol y en el salón si diluviaba. Cuando cumplió tres y llegó el traje de superman que no volaba, lo celebramos fuera. El siguiente año hacía mal tiempo y pusimos la piñata en el pasillo. Javier ponía cara de fiera en las fotografías y nos peleábamos con la misma violencia que los enemigos, aunque dormíamos de la mano si teníamos la suerte de compartir dormitorio un día por culpa de alguna visita. Yo llevaba el pelo cortado a tazón y él siempre iba pelado al dos. Nos pegábamos sustos, yo le guardaba secretos y él cantaba los míos al viento. Siempre se chivaba de todo y yo nunca aprendía a serle infiel.
Mañana cumple... ¿cuántos eran? Si yo tengo... él cumple... ¿Veinticuatro? Una vez me dijeron: "no os peleéis tanto, un día seréis lo más importante de la vida del otro" y me pareció una estupidez monumental. Mi mente infantil pensó: "¿este ser traidor, caprichoso y que muerde será alguna vez tan importante? Imposible". La revelación que me hicieron en aquel coche, esa noche regresando de la capital, vuelve a mi cabeza mucho últimamente.
El tiempo... -suspiro atónito-. El tiempo, la observación y mi café.
3 comentarios:
Por un café.... (se me escapó un suspiro...)
saludos y un abrazo
Qué bien escribes , dios mío!
ya ves como el pasar del tiempo , cambia todo , nos hace mas flexibles y aflora el amor de familia.
Claro que fue, es y será lo más importante .
Un felíz cumple para Javier! :)
felicidades entonces
Publicar un comentario