Me gusta despertarme y que ya haya luz fuera. Es como recibir el primer regalo del día. Sentir cómo, por debajo de la puerta entornada de mi dormitorio, se cuela el sol que entra a raudales por el salón llenando toda la casa. Me gusta desperezarme dando dos vueltas y recibir con una sonrisa a la mañana. Una sonrisa para mí, para estirar el corazón como estiro los brazos mientras ronroneo entre las almohadas.
Y después salir corriendo a la ducha, tarareando y pensando en el desayuno. Normalmente preparo zumo, tostadas de pan con nueces, fruta y café. Pero hoy es miércoles, hoy me espera Sarah para desayunar en la cafetería del instituto y dedicar una hora a cotillear en inglés. Así que simplemente pongo música después de la ducha, preparo con prisa el examen del que me había olvidado y dedico unos minutos a orar tranquila para que no me gane la desidia con la que me amenaza la primavera.
Me gusta que no se escuche la televisión, que sólo se escuchen los acordes y el reloj que me acompaña desde el año pasado, ahora también las teclas del ordenador mientras escribo. Me gusta volver la cara hacia la luz del balcón y descubrir a alguien que cruza de camino a cualquier sitio.
Esta rutina no está nada mal, siento que, cuando el año que viene tenga que pegarme buenos madrugones, la voy a extrañar.
3 comentarios:
No, no está nada mal.
Comparto lo de la tele (yo, directamente, no tengo) y el desayuno equilibrado.
Luego, a todo se acostumbra el cuerpo, tanto a lo bueno como a los madrugones :(
Yo me levanto, me lavo la cara, me visto con desidia y me voy corriendo para no llegar tarde... ni tostada, ni ducha, ni leches. Eso para la noche. :(
No sabea las toneladas infinitas de escenas que me movieron la materia gris, miestras leìa esto .
mer gustó eso de : mientras ronroneo entre las almohadas.
jajaja . Me encantó esa parte .
Fíjate a para mí, no hay nada más mágico que madrugar cuando todavía todo está a oscuras y estè lloviendo . Eso es nirnava para mí-
Saludos querida.
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