Carpe diem. Tempus fugit. Memento mori. Collige, virgo, rosas.
El contador ya no está a cero. El tiempo pasa. Tenemos cada día, un día menos. Hay que jugar la partida con las cartas del momento, arriesgarse a perderlo todo, a ganarlo todo.
Como dice Marta, hay que empezar cuidando las cosas que te hacen feliz: leer un rato, tomar un té, escuchar una canción, dibujar un poquito… Aprovechar al máximo la jugada, apostar por los pequeños milagros y coleccionar paz de la que brota de todo lo sencillo.
No es bueno dar jaque a la reina a diario, mejor construye casas con las piezas del dominó y castillos con las cartas, haz flores con las fichas del parchís, torreones con las damas y decide con los dados, sólo, la dirección de la calle para investigar ciudades.
Tic tac tic tac tic tac… el reloj no deja de sonar… Leer a Juan Ramón me vuelve loca.
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