¿Sabéis? Estaba ojeando por encima a Gloria Fuertes en Mujer de verso en pecho para actualizar hoy, simplemente, con lo mejor y lo peor del día y un poema, cuando logró capturarme.
No sé cómo descubrí a esta mujer como poeta para adultos, supongo que realizando algún trabajo para la facultad. La verdad es que siempre me he sentido muy identificada con su manera de versificar y también de reflejar la vida. Mucho más de un año a esta parte.
Siempre subrayo los libros de poesía, los trabajo. Ahora me hace gracia leer nombres propios de personas que amo o amé atados a los versos de Gloria. Como si con sus palabras me los trajese o se los llevase. Y sonrío, incluso dejo escapar una carcajada cuando una de sus ocurrencias me fascina.
Me gusta la fe de la que habla Gloria, esa fe sencilla de los humildes, sin cambiar el nombre de las cosas, sin disfrazar nada. Me gusta el Dios que comparte conmigo. Me gusta cómo se aprieta el pecho cuando se lo parten sin compasión, cómo lucha con palabras. Se lee la fuerza de Gloria.
Los milagros no se producen
espontáneos porque sí.
Los milagros tenemos que hacerlos.
El arte es un milagro.
Esta noche voy a hacer yo uno:
Despojarme de la obsesión de X,
quedarme en cueros.
Y aunque un día te volvieras
a deshacer en mis brazos
yo no te aceptaría,
yo no te odiaría
miserable pedrusco.Gloria tan sólo tranquila.
Gloria tan sólo pausada.Total: un milagro de nada.
Y me pierdo entre las páginas, buscando un nuevo lápiz con el que marcar, junto a los versos, quién soy hoy para acordarme, dentro de unos meses, de quién era.
5 comentarios:
Cada vez que nos encontramos con un pedrusco, deberíamos pegarle una "patá" y echarlos a la cuneta para no tropezar.
¡¡Me gusta Gloria Fuertes!! Recuerdo haber leído sus poemas para niños no hace mucho a una niña que cuidaba. Un poquito después descubrí a la otra Gloria Fuertes, la que llega al corazón de los no tan niños, la que te hace pensar. La descubrí y me cautivó con sus versos
Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste como yo, nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.
Yo no lo quiero, Amada.
Para que nada nos amarre
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron tus palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.
Amo el amor de los marineros
que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.
(Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.)
Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse
para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. ¿Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.
...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.
Pablo Neruda
Oh, ¿ estrenas contador de ego/visitas?
Peter, ya tuve contador en Naufragada al principio, y tuve que quitarlo al descubrir la afluencia... era eso o cerrar el blog.
Sólo lo puse para controlar cuantas veces entras y sales a leerme. :P
Venga que yo le daré a entrar y salir muchas veces y asi te levanto el ánimo.
Suelo entrar una vez al día, más o menos, para ver que hay nuevo.
un saludo.
Publicar un comentario