Ha roto a llover en esta casa. La mañana anunciaba nubes y, cuando bajé a la playa para respirar, el mar cobraba colores imposibles a la sombra de los nublos. Pero ya ha roto a llover. Suena distinta la lluvia en este rincón lejano, huele a tierra mojada mi terraza y mis macetas se inclinan llenas de curiosidad hasta la baranda. Por el balcón entra el aire húmedo prometiendo otoños. Nadie lo entenderá, pero esta luz, este sonido, este sabor me hace sentir esperanza. Como si pudiesen despertar todos mis octubres creativos, como si se limpiase el recuerdo anquilosado en mis costillas, como si no hubiese ya más nada por lo que preocuparse. Ha roto a llover en esta casa. Es septiembre. Puedo conquistar el mundo.
jueves, 16 de septiembre de 2010
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2 comentarios:
Aquí tb llueve! O.O ^^ Y curiosamente a mí la lluvia tb me refresca esa sensación, d estar dejando, de comenzar de nuevo... Qué sabroso es sentir gotas de lluvia caer!
PAra mi la llegada del otoño, también es promesa de bonanza... De sueño, de jersey que viene con regalo...
Saludos y un abrazo.
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