jueves, 11 de octubre de 2012

de libros, proyectos y maletas


Con el café he terminado la maleta. Charlie Winston canta Soundtrack to Falling in Love y yo repaso cada una de las cosas que haré en los momentos libres del día antes de coger el tren. Calculo todo antes de las seis porque es mi tiempo de independencia. Después todo será nuevo y no querré planes ni tener nada atado que no sea su mano dando un nuevo significado a las calles. 

La luz comienza a tomar posesión de mi salón al tiempo que la canción cobra intensidad. Es jueves. Dos ideas de novela rondan mi cabeza y ando de un cuaderno a otro tomando apuntes de posibles esquemas. Pierdo la conciencia de la realidad mientras sigo mentalmente un diálogo que aún no he escrito, una descripción que podría encajar. Las cosas pequeñas vuelven a ser las protagonistas y en la clase de literatura hablaré de los trucos mágicos del escritor. 

En Madrid buscaré un libro sobre dioses orientales y quizá algún ensayo sobre literatura, soñé que iba a una librería de viejo y le preguntaba a un importante poeta qué me aconsejaba. Decía: "voy a indicarte el libro más caro del mundo". Después se inundaba todo y a mí me daba vértigo, aunque me gustaba la nueva casa de Juan y Leti. Mi cabeza es un campo del que recoger siempre ideas descabelladas, tengo buenas plantaciones. 

Mi plan, entonces, es terminar de leer El arpista ciego de Terenci Moix antes de coger el tren, para así poder dedicar el traqueteo a la novela de Gaarder que Nacho me regaló para mi cumpleaños. Así, cuando llegue y él me vea, seré de nuevo ella y a la vez yo tirando de una maleta. 

3 comentarios:

DANI dijo...

De verdad que envidio sanamente tu manera de saber disfrutar de cada pequeño momento de la vida.

Rebesazos

Anónimo dijo...

Buen viaje y feliz finde.
Me alegra que tengas proyectos nuevos en mente.
COTE

Lucía dijo...

Mis mejores deseos, señorita acunadora de momentos placenteros.

Un abracito, también. :)