martes, 20 de diciembre de 2011

quiero decir


Apago la luz y sólo queda el árbol de navidad iluminando nuestras copas vacías sobre la mesa, los restos del postre, la botella a medias, unas cuantas gominolas. La casa respira satisfecha, con ese aire calmo de después de la batalla, como el vientre de la ballena. Es como si con su respiración tranquila me aprobara. Los libros que hemos acariciado laten en las estanterías y los testigos mudos de nuestro tiempo prometen dedicarse la noche a los cotilleos cuando me vaya a la cama. 

Lo he apagado todo, menos las titilantes luces blancas del árbol, y he subido los pies al sillón para captar con mis palabras el aire de mi guarida, como si todo supiese que has estado aquí y aún permaneciese tu calor en las paredes. 

Aprendí las conjugaciones de los verbos cuando las declinaciones en latín, quizá por eso no sé conjugar los tiempos en pretérito o se me hace ardua la tarea de enarbolar terminaciones de futuro simple o perfecto. Quiero decir: el pasaje de la flor. Quiero decir: ahora entiendo el concepto puzle. Quiero decir: diciembre otra vez. Quiero decir: contigo. Quiero decir: gracias por la guerra, la victoria, la paciencia, las cosquillas, la madrugada, el primer baño en alemania, la guitarra, el rincón prohibido de tu barba, lo que no dices, lo que cantas, lo que leemos, el circo ruso, las recetas que inauguras, el mojito, el silencio, la villa de los libros, este clima que alumbra mi casa cuando llegas y se queda cuando te vas. 

Mi cocina es un desastre, la mesa sigue puesta, mañana creerás que vuelves a vivir en el infierno, pero yo te ofrezco el mundo que he creado, con palabras, para ti -y todos los que eres. Quiero decir: me caigo de sueño. 

1 comentario:

Vagamundo dijo...

Un hilo de voz, y un nexo de unión, entre dos seres jadeando en un recodo del camino... entre tanto desorden se divisa rápido. Que te concilie el sueño.