viernes, 30 de marzo de 2012

de la cama al café



leo a sabines nada más saltar de la cama. bueno, es mentira. leo a sabines nada más salir de la ducha. falso también. lo leo, quizá, después de desperezarme, lavarme el pelo, acabar la maleta, prepararme un café. sí, es más bien así. preparo el taller literario de tercera hora y leo a sabines pensando hablar de la prosa poética y justificando la necesidad de regalar algunos versos del otro lado del charco. pero mi cabeza huye de los versos al viaje de esta tarde, recuerdo curvas de la carretera, molinos de viento, el color del asfalto. recuerdo cómo te quedas dormido lentamente hasta desaparecer en el asiento. vuelvo al café, a la poesía, a mi casa. pienso en el puzzle que soy, en este juego de letras, conectadas siempre unas con otras, laberinto. acabo el café, selecciono los textos, pierdo la paciencia y recuerdo que aún no me he secado el pelo. 

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