martes, 25 de enero de 2011

yo no soy dios


Acabo de terminar de recoger la cocina. He llamado a mi madre para comentar mi ilusión con las cápsulas tan bonitas de la nueva cafetera. Después me he preparado un descafeinado y me he sentado a planear la catequesis con los niños. La máquina de escribir ya tiene su rincón en el salón. 

Llevamos varias semanas bromeando sobre el qué pasaría si de pronto se apareciese dios en medio de nosotros y nos dijese algo. Nos reímos mucho. Hablan todo el rato y me ponen nerviosa porque tienen la misma edad de mis alumnos y me cuesta trabajo desconectar del trabajo para pensar que esto es otra cosa. Este descafeinado hace mucha espuma y lo tomo en una taza con una imagen de un tango. 

Anoche comencé a leer uno de los libros que me trajeron los reyes y en un momento venía a decir que es bueno, de vez en cuando, pararse un segundo frente al espejo y repetirse "yo no soy dios". Cuando hube terminado de dibujar esas palabras en mi imaginación dejé de leer. Me parece una idea demasiado complicada como para pasar de página. Yo no soy dios. Y ahora, al sentarme con el café y el libro de los niños, la idea ha vuelto a inquietarme. 

Los árboles se mueven en el zoológico y soy un público de excepción. El reloj marca su ritmo junto a la música que suena en el ordenador y la mesa pequeña está hecha un desastre. Hemos estado hablando en clase sobre la diferencia entre tenerlo todo por ganar y tenerlo todo por perder. Hasta hubo que hacer un dibujo en la pizarra porque nos era difícil aterrizar. Es muy distinto el camino para salir del pozo cuando ya no tienes miedo a perder nada más, te haces inmune al mundo. Cuando recuerdas el pozo de otras veces y lo tienes que bordear, sientes la tentación de paralizarte. Estamos teniendo problemas de empatía en clase. 

Me doy cuenta de que siento a los demás como mapas del tesoro por desentrañar. No importa tanto qué hay dentro del cofre, como el hecho de encontrarlo, de descubrir la palmera bajo la que cavar y dejarme sorprender por el corazón humano. 

4 comentarios:

Chloé dijo...

Precioso,me encanto!

Anónimo dijo...

Adoro como escribes y lo disfrutas .
deberías escribir algún tipo diario para mujeres jovenes y publicarlo . Tienes clase , te veo en eso! :)

Michelle Durán dijo...

ME ENCANTÓ ESA IMAGEN . JUEGA CONMIGO. INVITA A LEER.
SALUDOS ,

La sonrisa de Hiperion dijo...

Yo hice una vez las oposiciones para dios... pero cuando venían a crucificarme, dimití.

Saludos y un abrazo.