miércoles, 16 de diciembre de 2009

más cartas


Estamos en el aula diecisiete, llueve fuera sobre los tejados rojos que aparecen debajo de nuestra ventana, y el ruido del radiador se mezcla con la música y la risa de los chicos mientras escriben su carta a los Reyes Magos. Hemos subido las persianas y la pared de cristal nos descubre un cielo gris y frío contra esta clase cálida de corazones jóvenes.




Pintan, escriben, piden, comentan y comparten carcajadas mientras los observo. Yo he intentado también escribirles mi carta, pero soy incapaz de hacerlo sin sentirme triste. Así que he acabado dejándola a medias porque veía que sólo me estaba hiriendo el corazón. Todos los años, desde que estaba en segundo de bachillerato, escribo esta carta de cosas que no cuesten dinero para mí y para todos los que quiero. Pero hoy no, hoy no encuentro el ánimo suficiente, no encuentro la esperanza y, no porque nunca se hayan cumplido mis deseos, sino porque soy incapaz de mirar hacia delante con esperanza.




Qué absurdo el corazón, qué ridículos mis miedos y las nubes son cada vez más negras contra la ventana… -Queridos Reyes Magos, que se me cure esta pena estúpida que llevo alimentando tantos meses no sé de qué amargura. Que sea capaz de ser feliz, sin coordinadas adversativas arrastrándome en el alma. Que sea capaz de hacer felices a los demás, que sea capaz de dejarme tocar por lo que venga, que sea capaz de confiar… que este miedo a la herida no me paralice durante demasiado tiempo…-




Se me nublan los ojos y Miriam me pregunta por qué cuando escribimos somos capaces de ser más sinceros, Alejandro dice que por la que está pidiendo más es por mí y Alba grita irritada porque Carmen le ha leído su carta por encima del hombro. Una vecina rubia barre la terraza y tenemos que dar la luz porque no se ve nada ya dentro del aula. En el horizonte las antenas de las casas retan al cielo al tiempo que las ramas altas de un árbol asoman entre los tejados. Trabajan mientras escribo.




“Que la maestra se acuerde de nosotros cuando se vaya”.




1 comentario:

MartinAngelair dijo...

Coordinadas adversativas,...


...la última oración es un mundo si eres capaz de no irte para no tener que acordarte,...


...(y) ser consciente del hermoso presente que puedes vivir y compartir con esas almas que enlazan frases sin pensar en arrastrar.



Ojalá te des cuenta a tiempo de lo mucho que tienes Aire.



Buenas noches y un abrazo.